"El proceso de evaluación no debe estar separado de la enseñanza". Con esta premisa se llevó a cabo el webinar "El sentido de la evaluación en pandemia", actividad organizada por el centro Saberes Docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y el Servicio Local de Educación Pública de Llanquihue. Fundamentar los juicios valóricos y fomentar la retroalimentación y reflexión entre docentes y estudiantes fueron algunas de las orientaciones planteadas por los participantes de este encuentro.Durante este período de pandemia, la evaluación formativa -determinada por el Decreto 67- ha desafiado a las y los docentes respecto a cómo asumir este proceso con un foco más centrado en lo pedagógico que en lo normativo. En este contexto, el Centro Saberes Docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y el Servicio Local de Educación Pública de Llanquihue organizaron el webinar “El sentido de la evaluación en pandemia”, actividad que tuvo como objetivo orientar sobre la elaboración y análisis de evaluación formativa y procesual.
Durante el encuentro, José Miguel Olave, profesor de la Universidad de Chile y académico de Saberes Docentes, señaló que “nosotros creemos que el escenario de evaluación es un espacio donde los y las estudiantes ponen en acto su desempeño, eso es el proceso de evaluación y no debe estar separado de la enseñanza”. En este sentido, agregó, “el sentido pedagógico de la evaluación tiene que ver con formarnos entre todos, no es gestionar el currículum, ni gestionar el aprendizaje, más bien es cultivar aprendizajes que nos van a ayudar a formarnos, y también a nosotros como profesores. Desde este enfoque formativo nosotros también aprendemos”, enfatizó.
El académico de la Universidad de Chile sostuvo además que también hay un aspecto de responsabilidad profesional, "cuando uno va a poner nota hay que saber que la nota tiene consecuencias, buenas o malas, pero tiene consecuencias. Por tanto, debo estar muy seguro de a cuáles actividades voy a poner nota y asegurarme de que los estudiantes pudieron aprender, porque para qué voy a evaluar si no estoy seguro de que ellos tuvieron las actividades u oportunidades de aprendizaje necesarias”.
Respecto al Decreto 67, José Miguel Olave subrayó que “es cierto que el Decreto plantea una armonía o la articulación de la evaluación formativa y sumativa y, sin duda, no son excluyentes, pero yo creo que hay que levantar la evaluación formativa dado que no toda la vida es ‘nota’. Pensamos en que nuestra escuela puede ser una escuela más justa, y no solamente lo que tiene consecuencias para pasar de curso debe ser valorado, sino también es valorado cuando nos preocupamos por los demás, por ejemplo, eso es la formación integral que estamos planteando”.
En tanto, Andrea Valenzuela, profesora de la Universidad Católica de Chile, quien también expuso en este webinar, puso énfasis en la retroalimentación y la toma de decisiones. “¿Para qué nosotros pensamos la evaluación como un proceso? Porque necesito recoger información respecto del aprendizaje de nuestros estudiantes, del desempeño, pero no recogemos toda la información, sino que recogemos solamente información que sea útil y pertinente y que sea válida y confiable. A partir de eso, yo emito un juicio valorativo, la evaluación supone o conlleva intrínsecamente un juicio valorativo y es a partir de un referente y esos juicios fundamentados que van a apoyar la toma de decisiones”, indicó.
En cuanto a qué considerar al momento de evaluar, la académica dijo que “es importante tomar en cuenta la reflexión en conjunto con los estudiantes de la retroalimentación para que ellos puedan avanzar y progresar en su desempeño, en su aprendizaje. Yo puedo tener muy buenas estrategias, hacer actividades muy entretenidas, situaciones de evaluación muy motivantes, pero si no gestiono o analizo constantemente los resultados o analizo la información, el proceso queda a medias”.
“La evaluación es un proceso que permite la recogida de información para apoyar el juicio que me permita tomar decisiones y, en resumen, lo importante siempre es tener en cuenta la meta, adónde quiero llegar, cuál es mi objetivo, cuál es el aprendizaje esperado que quiero lograr, porque desde ahí planificamos la enseñanza y la evaluación que van de la mano. La evaluación no es lo que está al final de la planificación o unidad, la planificación es parte intrínseca de la enseñanza y se tiene que estar constantemente evaluando en las clases”, agregó.
“Yo como docente tengo que estar constantemente cuestionándome cómo lo estoy haciendo, cómo modifico, siempre pensando en el progreso del aprendizaje de los estudiantes, porque todo eso también nos lleva a tomar decisiones que nos acercan hacia la meta, retroalimentar y reflexionar nos llevan hacia la meta, tomar decisiones para hacer ajustes, todo esto nos llevan hacia la meta”, puntualizó.
Desde el Servicio Local de Educación Pública de Llanquihue señalaron que “el proceso de la evaluación de los aprendizajes en pandemia ha sido una dificultad que debemos atender. Durante este tiempo, la evaluación formativa, determinada por el Decreto 67, nos desafía en cómo asumir este proceso con un foco más centrado en lo pedagógico que en lo normativo. A partir de lo anterior es que el webinar tuvo como objetivo orientar a docentes y educadoras”.
A nivel territorial, el Servicio Local de Llanquihue abarca 84 colegios, de los cuales el 70 por ciento corresponde a escuelas rurales, y lo componen cinco comunas: Puerto Varas, Llanquihue, Frutillar, Fresia y los Muermos. A partir de enero de este 2021, conformaron un nuevo territorio educativo que, desde un punto de vista de la evaluación procesual propuesta por el Decreto 67, se encuentra transitando hacia un sistema que proponga una mirada más transversal, inclusiva, desafiante y diversa durante los tiempos de pandemia.Saberes DocentesFacultad de Filosofía y HumanidadesUniversidad de ChileLunes 5 de julio de 2021