Entrevista voluntario ensayo Oxford-AstraZeneca

Apenas vio por televisión que se había iniciado el proceso de reclutamiento de voluntarios para ser parte del estudio en fase 3 de la vacuna de la U. de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, ensayos en el país que lidera la Universidad de Chile, Mauricio Vásquez no lo pensó dos veces y quiso sumarse. A los dos días de haber enviado el correo fue contactado por los equipos del plantel público para recibir la vacuna. Este jueves recibió la primera dosis del prototipo que busca ser una solución para la pandemia del coronavirus. Mauricio Vásquez (63) es casado y tiene dos hijos de 33 y 31 años. Al preguntarle cómo fue que decidió sumarse al estudio en fase 3 del prototipo de vacuna que desarrolla la U. de Oxford junto al laboratorio AstraZeneca, ensayos en el país que lideran los académicos de la U. de Chile Sergio Vargas y María Elena Santolaya, cuenta que no lo dudó ni un segundo.
Según su relato, fue por televisión que se enteró que había comenzado el reclutamiento de los primeros voluntarios e inmediatamente envió un correo con sus datos diciendo que quería tener más información para sumarse a las pruebas clínicas.
"Es que todos tenemos que vacunarnos", afirma Mauricio Vásquez al momento de analizar cuál fue la motivación que lo hizo convertirse en uno de los primeros voluntarios para probar la vacuna de la universidad británica,  prototipo cuya inoculación se inició este jueves 3 de diciembre, tras un convenio firmado entre la Facultad de Medicina de la U. de Chile y el Hospital San José.
Antes del mediodía del jueves, Mauricio Vásquez, llegó al vacunatorio del Campus Doctora Eloísa Díaz acompañado de su esposa Alejandra Chacón (60), quien comentó que lo apoyaba en su decisión y que esperaba que todo saliera bien con la salud de su marido. Después de dos horas, y tras recibir la primera dosis de la vacuna, el voluntario se retiró del recinto, contento dijo, de ser parte de un proceso tan importante para Chile y el mundo.
¿Por qué decidió ser parte del estudio?
Es que todos tenemos que vacunarnos. Yo creo que nadie se va a quedar atrás en esto. Entonces, considero que es mejor participar con un 50 por ciento de probabilidad ahora, a través de este sistema. Además, luego de mandar el correo me llamaron y me explicaron que hay un seguimiento desde la universidad durante dos años y eso da mayor tranquilidad.
¿Cómo supo del ensayo?
Estaba viendo televisión, un día en la noche, creo que era CNN, y ahí nombraron un correo donde uno podía comunicarse para recibir más información. Ese mismo día escribí y al otro día me contactaron por teléfono. No pasaron más de dos o tres días y ya estoy acá en el vacunatorio.
¿Qué lo motivó?
Es que yo sentía la necesidad de ser voluntario.
¿Lo conversó con su familia?
Sí, obviamente lo conversé con ellos. Al principio todos tenían dudas porque me decían que podía contagiarlos o que esto podía ser grave. Claro, porque tú le preguntas a alguien y lo primero que te cuentan es de algún paciente que se murió. Todo el mundo, no sé por qué le tiene tanto miedo, si es una vacuna no es más que eso.
Después con harto consenso, conversación y análisis decidieron apoyarme. Yo hice las preguntas que tenía, porque me llamaron varias veces, y pude consultar todas las dudas, así quedamos todos más tranquilos.
Veo que vino acompañado, ¿su señora qué le dijo?
Que sí, que si era mi decisión que lo hiciera.
Y, usted Alejandra, ¿qué opina de que su marido sea parte del estudio de la U. de Oxford?
Él ya lo tenía decidido. Cuando me lo contó ya lo tenía decidido. Claro que me lo consultó, pero bueno es su vida, le dije ‘tú sabes lo que haces’ y después apoyarlo no más. Por eso decidí venir a acompañarlo.
¿Qué le parece que su marido sea parte del ensayo que podría dar una cura al COVID-19?
Como que recién le vengo tomando el peso en realidad a lo que acaba de hacer, de ser parte del estudio. Como que no me había preocupado mucho, porque a mí, la verdad, me da miedo. Yo no lo haría, pero hay que apoyarlo de todas maneras porque necesitamos salir de esto pronto y si él puede aportar con un granito de arena mejor.
Mauricio, explíqueme el procedimiento, ¿cuánto tiempo le tomó?
Me tomó dos horas en total. Llegué a eso de las 11:20 horas al Hospital Clínico de la U. de Chile. Me pincharon el brazo izquierdo y todo normal, como cualquier pinchazo.
¿Qué información le dieron?
Me explicaron todo súper bien. Además, en cada momento tú puedes volver a preguntar si tienes dudas y las respuestas son exactas, informadas, tú las entiendes y eso tranquiliza.
¿Cuál es el mensaje para las demás personas?
Les diría que tenemos que participar todos. Cuando llegué aquí yo me puse por la edad y lo “gordito”, y pensé ‘a ver si me toman como caso extremo’ y me llamaron. Cuando llegué había todo tipo de personas, no había sólo personas jóvenes vacunándose, sino de todo tipo de edades. El doctor me aclaró que esta vacuna es así, no tiene límite de edad. Tiene efectividad en todos.
Pero, ¿usted logra entender que está contribuyendo científicamente a todos?
Mire, hay que darle confianza a la gente porque este es un proceso que será inevitable si queremos sanarnos.
¿Había participado de algún ensayo antes?
No, esta es la primera vez.Maritza Tapia Prensa UChileFotos: Felipe PogaViernes 4 de diciembre de 2020