Universidad de Chile rinde homenaje al profesor Humberto Maturana

En una emotiva ceremonia, presidida por el Rector Ennio Vivaldi, la comunidad de la U. de Chile recordó al biólogo, egresado, académico y Premio Nacional de Ciencias Naturales 1994, Humberto Maturana, uno de sus más insignes representantes. En la ocasión, se destacó su destacada trayectoria profesional, su investigación y sus reflexiones, una obra que trascendió distintas disciplinas y que tuvo una amplia resonancia a nivel global.Con sentidas y emotivas palabras, recordando anécdotas y su larga trayectoria académica, tanto en nuestro país como en otras partes del mundo, la Universidad de Chile rindió homenaje –a través de una ceremonia remota  presidida por el Rector Ennio Vivaldi– al profesor Humberto Maturana Romesín, quien falleció el pasado jueves 6 de mayo a los 92 años de edad.
En el acto participaron Raúl Morales, decano de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile; Jorge Mpodozis, profesor de esta misma unidad académica; Vivian Budnik, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts; María Cecilia Hidalgo, académica de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile y presidenta de la Academia Chilena de Ciencias; y Ximena Dávila, cofundadora de Matríztica. Parte de su familia también estuvo presente en la actividad, entre ellos Marcelo y Alejandro Maturana, hijos del profesor, y Catalina, su nieta y doctora de la Casa de Bello.
También asistieron a la ceremonia virtual Alejandro Jofré, prorrector de la U. de Chile; Rosa Devés, vicerrectora de Asuntos Académicos; Faride Zerán, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones; Sonia Pérez, vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios; además de los decanos Pablo Ruiz-Tagle, de la Facultad de Derecho; Irene Morales, de la Facultad de Odontología; Francisco Martínez, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; y Myriam Barahona, presidenta de FENAFUCH, entre otras autoridades y académicos.
La actividad se inició con una pieza audiovisual, donde se mostró -a través de imágenes- algunos pasajes de la vida del biólogo, así como leyendas de agradecimiento por los largos años que dedicó a la docencia quien es considerado uno de los más insignes maestros de la U. de Chile.
La trayectoria del profesor Humberto Maturana no solo fue reconocida dentro de Chile, también resonó en el ámbito internacional e incluso fue un sonado candidato al Premio Nobel. Esta experiencia en otras partes del mundo incluye su paso por el University College London, en 1954, donde estudió anatomía y neurofisiología. En 1958, obtuvo el Doctorado en Biología de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Entre 1958 y 1960 se desempeñó como investigador asociado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica del Massachussets Institute of Technology (MIT). Sin embargo, en 1960 volvió a nuestro país para desempeñarse como ayudante segundo en la cátedra de Biología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, y entre 1965 y 2000 fue Profesor Titular del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de nuestro plantel.
Conceptos como la autopoiesis, las relaciones biológicas y preguntas sobre la humanidad, el lenguaje y la convivencia, son solo algunos de los ámbitos que volvieron al académico de la Universidad de Chile, un referente a nivel nacional e internacional.
Representante insigne de la Universidad de Chile
Durante la ceremonia de homenaje el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, dijo que “Humberto Maturana representa en primer lugar una suerte de paradigma de la inteligencia, de la capacidad de ver, de leer entre líneas la realidad. Y, muy interesantemente, un hombre muy consciente de los límites de esa inteligencia cuando es el ser humano el que está operando y cómo eso se confunde con las emociones. A poca gente le he escuchado observaciones más profundas acerca de las emociones como a él”, comentó.
La máxima autoridad de nuestra institución agregó que “la Universidad de Chile ha tenido un privilegio infinito de que sea un lugar que se asocie con esta labor creativa de Humberto Maturana, que haya tantas personas que se hayan formado con él”.
Asimismo, el decano de la Facultad de Ciencias, Raúl Morales, comenzó sus palabras recordando que fue en 1971 cuando lo conoció. “Tuve ocasión de conocer al profesor Maturana siendo alumno de Biología Celular. Su empatía y calidez para acoger a los estudiantes lo hicieron ser siempre un referente estudiantil, no por su “enciclopedismo” sino por su capacidad reflexiva, y formulando preguntas fundamentales, no solo del ámbito biológico sino también de la vida cotidiana, que compartía con los más jóvenes”, señaló.
Relató además que en los años 60 “hubo un puñado de destacados académicos que buscaron generar un espacio para el desarrollo de la ciencia en Chile desde una perspectiva propia. Como un nuevo profesional que debía integrarse al quehacer de nuestro país. Entre esos visionarios estaba Humberto Maturana, quien, a los 37 años de edad, en 1965, se traslada al Departamento de Biología de nuestra Facultad”.
Jorge Mpodozis, académico de la Facultad de Ciencias, contó que “siempre me llamó la atención ese carácter de pensador audaz que el profesor Maturana tenía, era un pensador muy audaz”, y agregó que dicha audacia “se hacía evidente, la manera de ser audaz es perseguir de un modo serio y riguroso las consecuencias de su entendimiento, que por cierto era creativo y que alumbraba temas antiguos con luces nuevas, pero lo que hay detrás es ese rigor, esa seriedad en perseguir las consecuencias”.
“Fue un apasionado por la ciencia y la docencia”
Con esas palabras, Ximena Dávila, Co-fundadora de Matríztica recordó de Maturana que “era un apasionado por la ciencia y la docencia, amaba ser profesor. En sus años mozos era feliz con un pizarrón y un pedazo de tiza en la mano. Él sostenía que la tarea fundamental de la universidad es ser formadora de la juventud, tanto en el pensamiento crítico y certero como en el estímulo a su creatividad en la ciencia, las artes o el humanismo. Tarea esencial de la universidad, decía, es ampliar la capacidad reflexiva a sus alumnos", aseguró.
Dávila relevó que "durante su vida como biólogo, científico, profesor y filósofo, Humberto tuvo dos hogares en su amado Chile, que acogieron su producción intelectual: la Universidad de Chile y luego Matríztica, en ambas nos maravilló con su presencia, genialidad y generosidad". Por otra parte, destacó "su honestidad intelectual, su conversar sereno y profundo, que encantaba e inspiraba, su sonrisa, su exquisito sentido del humor, sus chistes y sus carcajadas, sus momentos de recogimiento reflexivo, sus silencios, sus preguntas, su escucha, su mirada, su bufanda, su cabello ruloso y ondulado", describió.
Por su parte, María Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, rememoró que lo conoció cuando ella había egresado de Química. “Tuve el privilegio de ver las reuniones iniciales en que una serie de personas muy destacadas de la ciencia chilena se reunían para analizar y generar la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, lo que finalmente ocurrió en 1965”, compartió.
Pienso que debemos agradecer al profesor su generosidad al decidir volver a Chile, siendo que pudo quedarse en los más prestigiosos laboratorios extranjeros, pero él como otros de nosotros tenía la convicción de devolver al país lo que el país nos había entregado al darnos una educación prácticamente gratuita”, sentenció.
La académica de la Facultad de Medicina de la U. de Massachusetts, Vivian Budnik, agradeció por su parte la oportunidad de participar en esta ceremonia de homenaje. “Puedo decir que Maturana dejó en mí una marca indeleble y la necesidad insaciable de entender la organización de los seres vivos, dedicarme a la ciencia completamente, perseguir lo lúdico, el pensar, el experimentar, el indagar, y el saber por el saber mismo”, afirmó.
“Maturana entrelazó sus ideas en el tejido de nuestras neuronas. Maturana está todavía vivo y sus ideas siguen corriendo. Mi apreciación y respeto por el hombre, biólogo epistemólogo del conocimiento, pero también tiene mi respeto como humanista, enfrentándose a temas tan mundanos como enigmáticos, como el amor, el jugar de los niños, los conflictos que surgen en las relaciones humanas, los sentimientos que emergen de nuestro lenguaje”, concluyó.
Dentro de las distinciones recibidas por el profesor Humberto Maturana se encuentran el McCulloch Award, de la American Society for Cybernetics, el Doctor Honoris Causa de la Free University de Bruselas, la Medalla Abate Juan Ignacio Molina de la Universidad de Talca, y el Medal Gold de la United Kingdom Systems Society. Esto, por supuesto, además del Premio Nacional de Ciencias Naturales, que obtuvo en 1994.Maritza Tapia, periodista Prensa U. de Chile. Fotos: Felipe Poga. Jueves 13 de mayo de 2021