La Universidad entrega el doctorado honoris causa a Rafael Moneo, Margaret S. Archer, Robert Picard y Ruth Fine

La Universidad entrega el doctorado honoris causa a Rafael Moneo, Margaret S. Archer, Robert Picard y Ruth Fine
Fernando Ocáriz, Gran Canciller: “La Universidad nació enraizada en esta tierra y aquí tendrá siempre su hogar”

De izquierda a derecha, Rafael Moneo, Margaret S. Archer, Ignacio Barrera (vicecanciller de la Universidad), Fernando Ocáriz, Alfonso Sánchez-Tabernero, Robert Picard y Ruth Fine.
FOTO: Manuel Castells

28/06/19 13:59
María Salanova

La Universidad de Navarra ha entregado el doctorado honoris causa al arquitecto navarro Rafael Moneo, la socióloga inglesa Margaret S. Archer, la filóloga hebrea Ruth Fine y el experto en economía de los medios Robert Picard.
El Gran Canciller, Fernando Ocáriz, presidió el acto celebrado en el Teatro del Museo del centro académico, al que asistieron alrededor de 700 personas. Entre ellas, más de 200 doctores, otros profesionales de la Universidad así como autoridades académicas y políticas.
Desde 1964, el centro académico ha concedido esta distinción, por su trayectoria académica y profesional, a 39 personalidades. Las propuestas actuales proceden de la Escuela de Arquitectura, del Instituto Cultura y Sociedad, y de las facultades de Filosofía y Letras, y Comunicación.
En su discurso, el Gran Canciller se refirió a las universidades como lugares de “esperanza y libertad”. “Paradójicamente, en medio de un progreso y bienestar nunca alcanzados hasta ahora, vemos agotarse la energía que impulsa a personas y sociedades”, afirmó. Esa energía, agregó, puede surgir de una educación genuina, “del poder transformador de las personas que piensan por sí mismas”.
En este sentido, aseguró que “la universidad debe ser un faro que, por medio de la investigación de la verdad, ilumine el mundo; una savia que, a través de la convivencia y la amistad, nutra las almas de los jóvenes que pasan por este campus año tras año. En esto radica  una fuente de vitalidad, capaz de devolver entusiasmo a un mundo cansado”.
El Gran Canciller se refirió a san Josemaría, quien decidió que la Universidad comenzase en Pamplona. “Nació así enraizada en esta tierra y aquí tendrá siempre su hogar”, subrayó. “En los últimos años -prosiguió-, los esfuerzos para conseguir becas y oportunidades de financiación, así como el notable aumento de alumnos internacionales, van haciendo realidad poco a poco los anhelos del Fundador: que nadie que lo desee deje de estudiar aquí y que el servicio prestado por la Universidad llegue a personas de los cinco continentes”.
En segundo lugar, habló de la Universidad como fuente de libertad. “En ella se ha de aprender a respetar, amar y comprender a los demás. Solo en un ambiente libre es posible una educación genuina”. Mons. Fernando Ocáriz señaló que “los jóvenes llegan a las aulas cuando tienen que tomar decisiones que marcarán el resto de sus vidas”. Contando con su libertad, remarcó, se les invita a “promover las causas más justas, a preocuparse de los más necesitados, se les prepara para entender su profesión como un servicio a la sociedad”.
Arquitecto navarro de dimensión universal
Rafael Moneo, nacido en Tudela (Navarra) en 1937, es considerado el arquitecto español de mayor proyección internacional. En 1996 fue el primer español en recibir el Premio Pritzker de Arquitectura. Asimismo, ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, el Premio Nacional de Arquitectura y el Premio Príncipe de Viana en 1993.
El director de la Escuela de Arquitectura, Miguel Ángel Alonso del Val, padrino de Rafael Moneo, se refirió a él como un “navarro universal”. Galardonado con premios nacionales e internacionales, “demuestra ser profeta en el mundo y en su tierra, identificado con la Tudela de sus primeras obras y reconocido en la Pamplona de la plaza de toros, la plaza de los Fueros o el Archivo General”, señaló.
A su juicio, representa la figura del arquitecto que ha logrado compaginar con maestría su labor de académico, teórico y constructor hasta convertirse en “el más alto referente de la arquitectura española actual”. Asimismo, mencionó la estrecha vinculación de Navarra y de la Universidad con Moneo, “un universitario que ha hecho de la arquitectura su forma de ver el mundo y de su obra, un ejemplo de dignidad y decoro”.
Ya investido como doctor honoris causa, Rafael Moneo destacó en su discurso la contribución de la Universidad de Navarra a la modernización de Pamplona. “Agradezco, como navarro, la valiosa contribución de la Universidad de Navarra al desarrollo urbanístico de Pamplona”, dijo. “Hay que entender el campus de la Universidad, en continuidad con la UPNA, como un espacio público, un parque que remata el crecimiento sur de la ciudad, reconociendo la importancia que en la estructura urbana de Pamplona tiene este río”, explicó.
Asimismo, resaltó el impacto que en la ciudad ha tenido la Escuela de Arquitectura: “Si Pamplona puede enorgullecerse de ser una de las ciudades que han crecido más armoniosamente en los últimos años es sin duda por el buen hacer de los profesionales formados en esta Escuela. En ninguna otra ciudad española se hace sentir tanto y tan favorablemente la presencia de una Escuela de Arquitectura como aquí”.
Rafael Moneo insistió en el papel de la Universidad de Navarra en la transformación de la ciudad, con la llegada de alumnos y profesores, y el acceso de los navarros a “todo un abanico de profesiones”. “Pamplona se ha visto transformada por la presencia de la Universidad, de las universidades, y gracias a ellas es hoy una ciudad mucho más viva, alegre, abierta, confiada, próspera”, agregó.

Socióloga pionera
Margaret S. Archer (Reino Unido, 1943) es profesora de Sociología de la Universidad de Warwick, y miembro fundador y presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales entre abril de 2014 y marzo de 2019. Asimismo, fue la primera mujer que presidió la Asociación Internacional de Sociología. Cualificada representante de la Teoría Social Realista, su tesis central es la autonomía entre cultura, estructura y acción social.
Ana Marta González, coordinadora científica del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) y madrina de Margaret S. Archer, elogió el carácter pionero de la nueva doctora y la envergadura de su trabajo intelectual en el ámbito de la teoría social. “En su personalidad se dan cita una profunda humanidad con el cultivo riguroso de la ciencia, que se hacen presentes en la afabilidad de su conversación y en la seriedad de su compromiso ético con el desarrollo de sociedades más humanas”, indicó. Asimismo, remarcó que su obra constituye “un ejemplo claro de cómo los resortes del cambio social se activan en la fecundidad silenciosa de la reflexión”. 
Margaret S. Archer comenzó su discurso preguntándose por qué las ciencias sociales han contribuido tan poco a dar respuesta a los retos de la sociedad actual. “Desde mi punto de vista, el problema más serio, que raramente se menciona, es que la conexión entre las ciencias sociales y la filosofía es angustiosamente tenue”. A su juicio, “para que una teoría cualquiera pueda considerarse explicativa del cambio social, debe necesariamente incorporar relaciones humanas estructuradas (Estructura), acciones humanas (Cultura) e ideas humanas (Agencia)”.

Diálogo interreligioso e intercultural
Ruth Viviana Fine, nacida en Argentina (1957) y de nacionalidad israelí, es catedrática de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Especializada en teoría literaria y en narrativa del Siglo de Oro español, especialmente en la obra de Cervantes, su trabajo se ha centrado en el diálogo intercultural entre Israel y el mundo hispánico. Es fundadora de la Asociación de Hispanistas de Israel; vicepresidenta de la Asociación Internacional de Hispanistas; y vocal de la Asociación Internacional del Siglo de Oro.
El catedrático de Literatura Hispanoamericana Javier de Navascués, padrino de la filóloga, destacó su rigor y elegancia en la descripción e interpretación de los textos. “Desde la atalaya de su herencia multicultural, que enlaza tres continentes a través de la cultura judía, española y argentina, la profesora Fine ha esclarecido las obras de los mejores narradores de la literatura en lengua castellana”, destacó. El profesor la definió como “una mujer que se ha entregado al estudio e interpretación de la literatura en lengua española, tendiendo puentes de diálogo intercultural entre el mundo hispánico y el hebreo”.
La profesora Fine hizo un recorrido por su trayectoria vital y académica, hasta su decisión por volcarse a la investigación del Siglo de Oro. “El interés primordial que guía aún toda mi actividad intelectual es indagar y profundizar en esa gran polifonía que es la historia y la cultura españolas, cuyas diversas melodías -la cristiana, la musulmana y la judía- constituyen múltiples historias, que piden ser recordadas, contadas, interpretadas, reescritas”.
Ruth Fine reconoció que la Biblia y el Quijote han sido determinantes en su carrera: “Mi investigación se ha interesado por la obra de numerosos hombres de letras auriseculares que recurrieron al paradigma bíblico en varios niveles de su proyecto creativo”.

Referente en la economía de los medios
Robert G. Picard nació en 1951 en EE.UU, es profesor en Jönköping International Business School, en Suecia, en Tampere University, en Finlandia, y en  el Institute for Media and Entertainment del IESE (Universidad de Navarra) en Nueva York, entre otras. Hasta enero de 2015 fue director de Investigación del Reuters Institute for the Study of Journalism, de la Universidad de Oxford, y uno de los fundadores de la European Media Management Association (EMMA), la primera asociación académica europea de investigadores en este tema.
Mercedes Medina, su madrina y profesora de la Facultad de Comunicación, subrayó su intensa labor investigadora, su magnanimidad, su solidaridad: “Su prestigio junto con una personalidad cálida y cercana le predisponen a servir y ayudar a otros. Una de las cualidades que destacan del profesor Picard es su capacidad para poner en contacto personas”. La profesora continuó su laudatio explicando que “la visión de la empresa informativa del profesor Picard está estrechamente relacionada con el papel de los medios en la sociedad: el rendimiento económico permite un servicio completo”.
Robert Picard  comentó que la ayuda que ha recibido en su viaje personal y sus valores le hacen creer que como profesores y colegas existe el deber de “contribuir al cultivo y desarrollo de los talentos de nuestros alumnos y compañeros más jóvenes”. Del mismo modo, aseveró que “la comunicación es fundamental para construir sociedades sanas. Por eso debemos encontrar el modo para encarar sus déficits actuales y facilitar estructuras e instituciones de comunicación que sirvan a nuestras necesidades colectivas”.

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