El apoyo a estudiantes que quieren ingresar a la Universidad es una labor importante dentro del voluntariado de la Casa de Bello desde hace décadas. A partir de 2015, son siete los preuniversitarios que han potenciado mutuamente su labor en PreuRED, alianza cuya labor incluso ha convergido con el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), y que te presentamos en este nuevo capítulo de #iniciativaUchile.Las pruebas de selección no solo son parte central del proceso de admisión a las universidades chilenas, también son un momento clave para muchas y muchos estudiantes que quieren continuar con su educación. Es por eso que los preuniversitarios han sido un paso clave para quienes desean prepararse para estos exámenes. En la Universidad de Chile, gracias a la motivación y coordinación estudiantil, hoy existen múltiples preuniversitarios que entregan herramientas para reforzar contenidos, manejar la presión ante la prueba, conocer tipos de preguntas y mucho más.
El más antiguo es el Preuniversitario José Carrasco Tapia, primer preuniversitario popular de Chile. Creado en 1989, en el Centro Cultural José Carrasco Tapia, ha funcionado desde 1990 hasta el día de hoy en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Sin embargo, en el camino se han creado muchos más, y como forma de compartir conocimientos y experiencias fue que, tras un interés inicial en 2005, en 2015 se materializó PreuRED, con la idea de aunar sus esfuerzos para llegar a más personas y de mejor forma.
Ignacio Hernández, coordinador de PreuRED, explica que “nosotros somos una red actualmente, pero cada preuniversitario se coordina por sí mismo. Entonces, ellos ven la forma de organizarse, pero el objetivo siempre es el mismo: entregar una educación equitativa a los estudiantes y siempre con calidad, porque a veces se piensa que este tipo de iniciativas -como es un voluntariado- a veces no tiene el mismo estándar que uno del mercado y eso es totalmente errado”.
Ignacio, quien también es estudiante de Ingeniería Civil Industrial, explica que esta labor principalmente es de sinergia entre los preuniversitarios, cuya matrícula en cerca de dos tercios corresponde a estudiantes del 40 por ciento más vulnerable de la población, según el Registro Social de Hogares de 2019. Por otra parte, cuentan con una tasa variable que supera el 50 por ciento de estudiantes que logran entrar a la universidad.
“El primer impacto es con los estudiantes, que es el que más nos importa a nosotros: que los estudiantes no solamente puedan entrar a la universidad con el puntaje que obtienen en la prueba, sino que también nosotros le damos acompañamiento, acompañamiento en todo el proceso de esta transición desde colegio hasta la universidad”, explica Hernández, quien además indica que en los preuniversitarios parte de PreuRED se intenta que las y los estudiantes sigan la carrera que quieren, y que tomen esa decisión con la menor cantidad de influencias externas posibles, dado que esto también impacta en la experiencia universitaria posterior.
Actualmente, la red está formada por 7 preuniversitarios populares: Preuniversitario José Carrasco Tapia, hoy con casi un centenar de voluntarios y voluntarias; Preuniversitario Eloísa Díaz (ex PreuMED), creado en el año 2000 por estudiantes de la Facultad de Medicina, funcionando hoy con 40 voluntarios/as; Preuniversitario Víctor Jara, fundado en 2002, que funciona en distintas sedes a lo largo de Santiago tales como la Escuela de Gobierno en INAP y colegios municipales de las comunas de Recoleta, Lo Prado, Maipú, San Joaquín, La Granja, La Florida y La Pintana; Preuniversitario Antumapu, funcionando desde el 2004 gracias a voluntarios y voluntarias de la Facultad de Ciencias Agronómicas; PreuFEN, fundado en 2006 en la Facultad de Economía y Negocios; Preuniversitario Derecho a la U, desde 2011, funcionando con aproximadamente 50 voluntarios y voluntarias; y Preuniversitario La Loica, el cual funciona desde 2015 con, actualmente, 15 voluntarios y voluntarias.
texto: Manuel Toledo-Campos - PrensaUchile Video producido por Valentina Aravena y Estefanía LabrínMiércoles 7 de julio de 2021