Entrevista al académico colombiano Juan Felipe Restrepo

Biólogo Marino de profesión, el investigador colombiano ha estado durante años vinculado a la educación. Plantea que la pandemia debe ser mirada también como una oportunidad, sobre todo por el uso de las herramientas tecnológicas, que han permitido continuar con los procesos de enseñanza-aprendizaje en medio del confinamiento. "Hoy se nos brinda una oportunidad única de conectarnos en redes y ello ya de por sí es una ganancia. El reto es identificar estas oportunidades y aprovecharlas", enfatiza.“Ciencia ciudadana para la sostenibilidad” es el panel en el que participará Juan Felipe Restrepo, jefe de Gestión del Conocimiento y coordinador ambiental del Colegio Montessori de Cartagena de Indias, Colombia, quien será parte de la III Conferencia Internacional Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible que se desarrollará del 22 al 24 de junio, vía remota.
El evento, que reunirá a expositores y especialistas tanto nacionales como internacionales, es organizado por la Universidad de Chile, a través del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, del CIAE y del Programa ECBI, junto al Programa Indagación Científica para la Educación en Ciencias ICEC 2019 – 2021 del MINEDUC, la Office for Climate Education (OCE), la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO (OREALC/UNESCO Santiago) y por la Fundación Internacional Siemens Stiftung.
Uno de los participantes en esta instancia será el investigador Juan Felipe Restrepo, quien por más de quince años se da dedicado a la docencia, específicamente en Ciencias. Coautor del proyecto de Ciencia Ciudadana: Expedición ONDAS-Bio del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, se graduó del programa de Biología Marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y tiene una maestría en Administración de Empresas de la Universidad EAFIT, y una especialización en Dirección de Instituciones Educativas de la Universidad Tecnológica de Bolívar.
Desde hace cinco años Restrepo trabaja en el Colegio Montessori de Cartagena como jefe de Gestión del Conocimiento y coordinador ambiental, desde donde nos detalla parte de su ponencia y cómo ve él la educación en tiempos de pandemia. Asegura que “hoy nos conectamos más fácil, hemos aumentado la cantidad de encuentros, seminarios, ponencias, paneles, congresos, ahí estamos formando redes, comunidades de práctica, es donde yo veo la gran oportunidad para nuestros estudiantes”.
Sobre su presentación, cuenta que la idea es a través de ejemplos concretos, mostrar lo que han estado trabajando en Colombia, específicamente en Cartagena de Indias, “en términos de ciencia ciudadana y ecología cívica y cómo de ellas se han nutrido procesos en educación formal, informal, no formal”, plantea Restrepo. Además, dice que la idea es entregar propuestas que puedan ser extrapoladas a otros países y realidades, “para empezar de alguna manera a buscar como replicar esas experiencias y como buscar en las fuentes oportunidades para desarrollar proyectos en ciencia ciudadana y ecología cívica”.
Estamos viviendo momentos bien complejos con la pandemia, y eso también ha generado grandes desafíos para la educación y las comunidades, ¿cómo considera deben ser tomados los cambios actuales a futuro?
Todo cambio es una oportunidad, no obstante, cada plano de desarrollo tiene sus propias necesidades y hay que satisfacerlas, por ejemplo, la necesidad de las comunidades de adolescentes es socializar, pues bien, los ambientes de aprendizaje han adecuarse para satisfacer dicha necesidad. Todo en su justo equilibro suma y aporta. Hoy se nos brinda una oportunidad única de conectarnos en redes y ello ya de por sí es una ganancia. El reto es identificar estas oportunidades y aprovecharlas. Justamente María Montessori hablaba del ambiente preparado, que no es otra cosa que una metódica planeación de cada experiencia de enseñanza/aprendizaje. Yo siempre quiero ver los cambios como una oportunidad y si uno mira la historia de la humanidad es en las crisis que el ser humano discurre, es tiempos como estos que se han hecho los inventos más trascendentales y las mayores innovaciones. Entonces, yo quisiera ver estos tiempos como una oportunidad. La oportunidad para revisar aspectos como por ejemplo el individualismo exagerado en el que estamos sumidos los seres humanos y rescatar la comunidad porque esta es una de esas bonitas oportunidades para entender que hay problemas que no los podemos resolver en solitario.
¿De qué manera aprovechar esto a favor de la enseñanza? ¿De qué manera lo comunitario se puede llevar a la práctica en el día a día?
Indudablemente, estas oportunidades que se nos brindan favorecen las llamadas competencias del siglo XXI: la conectividad, la cooperación, la creatividad, y el pensamiento crítico, y aparecen además el pensamiento creativo y el pensamiento holístico. Hoy nos conectamos más fácil, hemos aumentado la cantidad de encuentros, seminarios, ponencias, paneles, congresos, pues ahí estamos formando redes, comunidades de práctica, es ahí donde yo veo la gran oportunidad para nuestros estudiantes. Mostrarles primero que son ciudadanos del mundo, trabajar el concepto de piensa global, actúa local, tener una mirada, una lupa puesta sobre el territorio, poder traer tecnologías interesantes, todos tenemos ahora en la mano un dispositivo móvil que es una navaja Suiza en la que tienes un montón de aplicativos con las que puedes hacer experiencias de enseñanza-aprendizaje inolvidables para los estudiantes.
Parte de los temas que se abordarán en la conferencia serán cambio climático, educación y desarrollo sostenible. Pero con la pandemia da la sensación que todo eso pasó a segundo plano, ¿comparte esto y de qué manera debe darse mayor énfasis?
Hay que hacer una distinción muy interesante, que es lo que nos ha mostrado la práctica. Definitivamente más información no trae un cambio de actitud, si fuera por información sobre cambio climático, pues es que estamos inundados, en la educación formal, informal, no formal, a través de las redes sociales. Eso es importante, pero hay otros elementos que son muy importantes como lo es la promoción del cambio de valores, actitudes y comportamientos. Entonces, ahí hay que echar mano de conceptos, por ejemplo, la teoría del cambio, y entonces devolvernos, de ese gran objetivo que es ese cambio de actitudes frente al consumo, frente al uso de los recursos naturales, frente a la manera como estamos consumiendo, trabajar en el sentido del lugar, desde la construcción de capital social y eso es confianza. Esa guía, ese facilitador que trabaja con esos grupos, debe tener un mensaje congruente, debe pensar, actuar y hablar en la misma dirección y, además, invitar a la construcción de relaciones.
Y, dos, tiene que haber lo que se llama la eficacia personal, pequeñas batallas personales que luego llevan a librar batallas grupales y a tener victorias grupales lo que se convierte en eficacia política. Ahí es donde se le abre una oportunidad inmejorable a la ciencia ciudadana porque precisamente es desde la ciencia ciudadana donde nosotros le damos la posibilidad al individuo de contribuir a la solución de problemas reales con herramientas reales y además es escalable, lo podemos ajustar a cada rango de edades. Ese individuo empieza a sentir que es útil, que lo que hace genera un impacto positivo y se generan unas espirales virtuosas donde esas primeras batallas me llevan a batallas un poco más sofisticadas, más robustas, hasta que como comunidad seamos capaces de librar batallas juntos.

Hablemos sobre el panel en la que participará: "Formación de Talentos y alfabetización ciudadana para la sostenibilidad", ¿qué podría adelantarnos de su ponencia?
Vamos a mostrar un par de casos. Lo que hemos venido trabajando nosotros acá en Cartagena, en términos de ciencia ciudadana y ecología cívica y cómo de ellas se han nutrido procesos en educación formal, informal, no formal. De eso, sacar una generalidad, que todos nos podamos llevar a casa, a nuestros países, para empezar de alguna manera a buscar cómo replicar esas experiencias y cómo buscar en las fuentes oportunidades para desarrollar proyectos en ciencia ciudadana y ecología cívica. También mostrar un poco la organización de la ciencia ciudadana a nivel latinoamericano, a nivel mundial, a nivel iberoamericano, esas grandes comunidades de práctica que se están gestando,  como por ejemplo la Red Iberoamericana de Ciencia Abierta y Participativa - RICAP. Es interesante conocerlas para vincularnos a ellas y apalancarnos en esos procesos. Lo que quiero mostrar en ese panel es cómo podemos como maestros y facilitadores hacer sentir útil a nuestros estudiantes contribuyendo a la solución de problemas reales con herramientas reales.
¿Cuál es la importancia de generar este tipo de espacios de encuentro?
Es fundamental. Tengo una frase que repito mucho "solos quizás lleguemos más rápido, pero en grupos o en equipo llegamos más lejos". Juntarnos en comunidades de práctica, donde compartamos nuestras experiencias, generemos conocimientos, traslademos esa información, donde nos ilustremos los unos de los otros de las experiencias que estamos viviendo para que las podamos llevar a nuestros territorios. Esta acción hará que lleguemos a soluciones de los graves problemas que aquejan a la humanidad. América Latina, Iberoamérica, por ejemplo, es riquísima en mentes brillantes que han venido trabajando todos estos conceptos. Estos encuentros son muy enriquecedores y las redes que funcionan, que hay detrás de ellos, ya son grupos de organizaciones y de personas valiosísimas en nuestra región.
Llamado a los docentes a los investigadores a que se sumen, a que participen y a que se pueda generar esta comunidad
Todos tenemos una gran responsabilidad de formarnos y de formar a las generaciones que vienen porque ellos y ellas serán los adultos que van a cuidar de nosotros, entonces es un buen "negocio" -digámoslo así- formar muy bien a esas generaciones futuras para que cuiden muy bien de nosotros y de este legado triste de planeta que estamos dejando que tiene tantos problemas. Entonces, este es un espacio ideal para conocer de primera fuente personas que están trabajando en ideas innovadoras, ingeniosas, puestas en práctica en función de una educación mucho más pertinente, una educación mucho más auténtica.
Nosotros, por ejemplo, desde un grupo que se instaló en 2019, promovido por el Instituto Mahtama Gandhi de la UNESCO, en Montreal, Canadá, nos preguntábamos ¿cuál debe ser el propósito de la educación? y debe ser el florecimiento del ser humano en contraposición a seguir formando más capital humano. Y, ese florecimiento del ser humano habla de equilibrio entre emociones positivas, relaciones, logros, sentido, pertenencia, mientras que más capital humano habla de una búsqueda, de una supuesta felicidad que lo que lleva es al consumismo, a la insatisfacción, a la frustración y a los problemas que estamos tratando de abordar aquí como es el cambio climático, que se genera por la vía de un uso desmedido de los recursos naturales y una incorrecta disposición de los mismos. Considero que el camino para revertir estos graves problemas que padecemos es a través de la educación. Y, todos somos unos educadores en potencia. Todos cuando estamos en un grupo sea formal, informal, no formal, con adultos, niños, ancianos, jóvenes, estamos trabajando en educación y todos somos agentes de educación, ese es el llamado.Maritza Tapia, periodista Prensa U. de Chile. Fotos: Juan Felipe Restrepo/Alejandra Fuenzalida. Viernes 18 de junio de 2021