Académicas analizan resultados de Diagnóstico Integral de Aprendizajes

Un "terremoto educacional". Así calificaron las autoridades de educación los recientes resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes. El estudio entregado por la Agencia de la Calidad de la Educación arrojó que el 60 por ciento de los estudiantes de enseñanza media no lograron los aprendizajes necesarios en el marco de las dificultades asociadas a la pandemia, una realidad que ya se extiende por más de un año. El Ministerio de Educación entregó este miércoles los resultados del “Diagnóstico Integral de Aprendizajes" (DIA), sondeo que se desarrolló en siete mil colegios del país, involucrando a 1.8 millones de estudiantes durante marzo y abril del 2021.
Dentro de los resultados entregados por la Agencia de la Calidad de la Educación, a nivel académico, los estudiantes entre 6° básico y 4° medio no alcanzaron los conocimientos mínimos necesarios ni en lectura ni en matemáticas. En lectura, ninguno de los cursos alcanzó un 60 por ciento de los aprendizajes, cifra que equivale a una nota 4.0. En matemáticas, la situación es más dramática, pues ninguno de los niveles superó el 47 por ciento y en 2° medio los estudiantes aprendieron solo un 27 por ciento de lo que debían aprender el año pasado.
A nivel socioemocional, 70 por ciento de los niños, niñas y jóvenes dijo tener dificultades para expresar sus emociones; 9 de cada 10 jóvenes de 3° y 4° medio señalaron que el período que no asistieron al colegio los afectó negativamente en su aprendizaje; y el 45 por ciento de los niños y niñas de alta vulnerabilidad señaló que les gustaría que los profesores les preguntaran cómo ha sido estar lejos del colegio. La cifra se acentúa en los escolares de 4° básico, donde llega a un 71 por ciento.
Tras conocerse los resultados, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, dijo que "estamos ante un terremoto educacional y las réplicas se pueden sentir por años. En las crisis hay gente que se paraliza y gente que actúa, y acá necesitamos actuar todos, juntos, para devolverle a los niños los aprendizajes que perdieron el año pasado y las herramientas formativas que no han podido desarrollar, porque ya no tenemos un segundo que perder".
Para la directora del laboratorio de Educación del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la U. de Chile, Salomé Martínez, los resultados obtenidos de alguna manera “son esperables porque han sido condiciones muy extremas. Si bien el Ministerio hizo un esfuerzo por adaptar el currrículum –algo que fue muy tempranamente- y ha habido también recursos de aprendizaje online, se ha hecho un esfuerzo, obviamente que el sistema no estaba preparado”.
Y agregó que “nos queda una tarea enorme por delante, porque esos jóvenes tienen que tener oportunidades de aprendizaje igual que el resto. El sistema va a tener que responder de manera muy proactiva a esta realidad que se nos muestra con estas pruebas diagnósticas, que es muy valiosa, además de que el sistema tome conciencia del tipo inversiones que va a tener que hacer para enfrentar esta situación en el futuro”, dijo la profesora Martínez.
Carmen Sotomayor, académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile, coincide con esta visión. “Me parece que son esperables estos resultados porque como lo hemos dicho tuvimos el año 2020 una situación muy irregular, muy difícil, como todos sabemos, donde los niños no podían ir a clases, donde se aparecieron todos los problemas de conectividad que tenían la mayoría de los niños y, por lo tanto, es obvio que no se pudo hacer lo que se hace habitualmente en la escuela o en el liceo”, sostuvo.
Además, asegura que esto refleja que “es un problema de la crisis sanitaria, que es global. Yo tengo una visión optimista donde considero que todos los actores han hecho un esfuerzo enorme. O sea, yo creo que las comunidades educativas han hecho un esfuerzo gigantesco y las familias también”.
La académica del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Teresa Flórez, plantea por otra parte que “el tono y el tipo de mensaje que se envía con esto de alguna manera refleja, otra vez, la profunda insensibilidad y desconexión que las autoridades tienen con la realidad de las escuelas”, precisa la especialista.
Flórez sostiene que es fundamental considerar que “en un contexto absolutamente inédito, caracterizado por un aumento de la precariedad de la situación de los estudiantes y sus familias y de la desigualdad ante el sistema, donde las comunidades están haciendo su mejor esfuerzo por mantener el vínculo con los estudiantes y sus familias, creo que dar un mensaje de ese tono no contribuye a un mejoramiento o a tratar de seguir haciendo ese esfuerzo, sino que más bien desmotiva, desconoce el trabajo que han estado haciendo las escuelas y el contexto en el cual lo han estado haciendo”.
Asimismo, sostiene que el contexto de pandemia proyectaba un resultado como el obtenido. "No sé si en un contexto como este, tan extraordinario, podrían haber esperado algo diferente como resultado. Junto con eso, el mensaje que se había dado sobre este diagnóstico era que iba a ser una ayuda para las escuelas, que iba a tratar de ser un diagnostico contextualizado, que diera información útil para tomar decisiones y no para hacer esta especie de castigo público a las escuelas", afirmó Flórez.Maritza Tapia, periodista Prensa U. de Chile. Fotos: Felipe Poga. Jueves 27 de mayo de 2021