Stella Segado en Seminario Interdisciplinario sobre Archivos en Chile

Como parte del Seminario Interdisciplinario sobre Archivos en Chile (SIAC), co organizado por el Archivo FECh y en el que participó el Archivo Central Andrés Bello, la actual Responsable Técnica del Grupo de Relevamiento y Análisis Documental (GERAD) de la Unidad Fiscal de Argentina, conversó con Prensa Uchile sobre la necesidad de posicionar el acceso a los archivos como un derecho y sobre las posibilidades de estudio de los archivos de la dictadura en las universidades.Una visita al Archivo Central Andrés Bello y al Archivo FECh y una reunión con representantes de la Red de Archivos de Memoria y Derechos Humanos. Esas fueron solo algunas de las actividades sostenidas por Stella Segado, quien estuvo en Chile en el marco de la tercera versión del Seminario Interdisciplinario sobre Archivos en Chile (SIAC).
En éste, Segado ofreció un taller y una charla donde compartió sus visiones con el mundo archivístico chileno sobre el rol y el aporte de estos lugares y las especificidades que tienen los archivos vinculados a Derechos Humanos, ámbito en el que Segado tiene una vasta experiencia, donde destaca su rol como directora de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa de Argentina. Allí presidió el trabajo con los archivos encontrados en el Edificio Cóndor, sede la Fuerza Aérea, integrado -entre otros documentos- por las actas de las reuniones de las juntas militares de la dictadura argentina (1976- 1983).
Es así como tras la realización de este seminario emanó la idea de conformar una Red Latinoamericana de Constructores de Memoria por la Liberación de los Archivos Clasificados, que se inició con el compromiso de los participantes del SIAC de  convocar a otros actores regionales para este naciente espacio.
"Yo me defino en mi tarea como una exhumadora de archivos, porque creo que está vinculado a las dos ascepciones del término. Primero porque es sacar a una persona o cosa del lugar donde estaba enterrada, y lo segundo es traer de nuevo a la memoria el recuerdo de alguien o algo", comentó la también integrante de la Asociación de Derechos Humanos Territorios Clínicos de la Memoria.
En materia de Derechos Humanos y de la forma de afrontar las consecuencias de las dictaduras existe una gran diferencia entre Chile y Argentina. ¿Qué factores la determinarían?
Los tiempos políticos son siempre distintos a los tiempos sociales y me parece que todavía en Chile no han pasado tantos años. Tenemos grandes diferencias en cuanto al tiempo que duró la dictadura en un país y en el otro y la cantidad de víctimas. También, hace muy poco que murió Pinochet con lo cual creo que todavía es un proceso iniciático en Chile, mientras que para nosotros ya pasaron 30 años de la dictadura. Por otro lado, nosotros tuvimos organismos de derechos humanos muy fuertes, en el sentido del acompañamiento de la sociedad.
Hace pocas semanas se dio una situación donde la corte dio el beneficio del 2 por 1 a un represor que estaba con condena pero que había estado más tiempo en prisión preventiva sin ser juzgado. Él tomó una ley que estaba derogada, que era el 2 por 1, donde  se computaban que por cada dos años preso sin condena, un año, y la gente salió masivamente a la calle. Te estoy hablando de Ciudad de Buenos Aires, donde hay un 50 por ciento que votó a este gobierno, y aun así salió un 80 por ciento de los votantes. Es decir, hay un consenso en la sociedad sobre esta materia. Esas también son diferencias.
¿Qué particularidades tienen los archivos de Derechos Humanos?
En relación a los Derechos Humanos es la reparación de las víctimas, es devolverle su identidad, es saber qué es lo que pasó, que es un derecho humano fundamental: el derecho a la verdad. Y después, más allá de lo que son los derechos humanos, es el derecho a la verdad histórica de un país.
¿Cómo posicionar el acceso a estos archivos como un derecho?
Hay una relación directa en cómo son visualizados los archivos al acceso que hay a ellos. La apertura de los archivos hace que uno pueda tener relación con ellos, entonces me parece que ahí la práctica es empezar a hacerlos accesibles. Ahora la gente se maneja mucho por redes entonces tener digitalizado y subido a una página hace que comencemos a tener contacto con eso, y si quiero profundizar, voy.
No hay nada en nuestra vida que no esté basado en un archivo. Esa es su importancia, que nos dan identidad, nos dan vida, dice que existimos, que nos casamos, que nos separamos: toda la vida pasa por un archivo.
Habló de emotividad y responsabilidad como claves al trabajar este tipo de archivos. ¿Cómo se cruzan ambos planos?
Al trabajar con archivos de Derechos Humanos uno tiene que tener un compromiso muy grande, un compromiso que no es laboral. Tienes una obligación moral y ética, entonces me parece que uno tiene que sentir que tiene una conexión especial con eso que trabaja, que hay una conexión especial con la gente que va a ver ese tipo de archivos, que es tener empatía.
Con este tipo de archivos les estás dando un pedazo de su vida que fue muy doloroso, le estás restituyendo una parte de su vida que fue crítica. La víctima de tortura o una víctima de desaparición se le cambió la ruta de destino, ya no va a ser lo que era nunca más y hacia adelante su futuro es distinto al de otra persona, entonces uno tiene que saber que hay consecuencias actuales del terrorismo de Estado y que estás trabajando con los archivos de la vida de una persona que atraviesa esas consecuencias.
¿Qué pasa con los archivos universitarios relacionados a las dictaduras? ¿Qué aportan en el mundo universitario y cómo podrían repercutir en el mundo social?
En Argentina cada facultad revisó los legajos [carpetas] de los estudiantes universitarios de la época, y constató cuáles de esos habían sido desaparecidos, presos o exiliados y les cambió lo que decían de que habían abandonado el estudio, se les cambió esa tipificación. Se hizo un sello rojo, igual en todas las universidades grandes, que decía “legajo reparado”, y se dejaba una constancia que decía que esa persona había desparecido en tal fecha lugar. Por un lado eso.
Por otro lado, hay un montón de documentación que es administrativa, que no es de inteligencia, con la que se puede trabajar y que aporta para otras cuestiones, que son hasta cuestiones académicas. ¿Cuáles fueron las universidades más perseguidas?, ¿qué pasó con el estudiantado?, ¿cuánto se redujo?, ¿cómo impactó en la sociedad de hoy?
Hay un montón de otras cosas que sirven para entender cuál es la situación actual. Si, por ejemplo, en la universidad los más perseguidos fueron los médicos, obviamente vas a tener un impacto en los hospitales. Entonces, estos archivos sirven también para hacer otro tipo de investigaciones académicas, que no tienen que ver con la tortura, sino que con el impacto en la actualidad, en la vida cotidiana.
Otra cosa. Antes, por ejemplo en Argentina los trabajos de grado y postgrado eran grupales. Ahora los trabajos de doctorado se hacen solo. Se modificó el trabajo interno de las universidades.
¿Cuáles fueron las carreras que tenían mayor cantidad de estudiantes antes de la dictadura? ¿Cuáles fueron las que tuvieron más estudiantes después? Se puede ver ahí el impacto del neoliberalismo que impusieron las dictaduras en Latinoamérica en lo académico.Texto: Francisca Palma Fotografías: Felipe Poga y gentileza Archivo FECh.Lunes 12 de junio de 2017