Académicos debaten sobre la universidad pública del siglo XXI

Cátedra Unesco "La Universidad Pública del Siglo XXI" de la U. de Chile realizó este martes el conversatorio "Libertad de pensamiento, de expresión y de cátedra, y autonomía universitaria en tiempos de transformaciones sociales". En el espacio, autoridades universitarias de diferentes instituciones de educación superior reflexionaron sobre los principales valores que impulsan a las universidades públicas en la actualidad, y las amenazas que enfrentan.En tiempos marcados por profundas transformaciones de todo tipo en nuestro país y el mundo, la cátedra Unesco "La Universidad Pública del Siglo XXI" de la Universidad de Chile organizó un conversatorio para reflexionar respecto a algunos de los desafíos que enfrentan este tipo de instituciones, en particular sobre las libertades de cátedra, pensamiento y de cátedra, así como la autonomía universitaria.
En la actividad participaron el Rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile y Premio Nacional de Periodismo, Faride Zerán; el académico de nuestro plantel y Premio Nacional de Ciencias Exactas, Servet Martínez; y la directora del Instituto de Filosofía de la Universidad Diego Portales, Aicha Messina. Además, participaron como anfitriones los académicos de la Cátedra Unesco Sergio Celis y Víctor Pérez.
En el primer bloque se invitó a los participantes a definir los conceptos de libertad de pensamiento, de expresion, de cátedra y la autonomia universitaria.
Al respecto, la profesora Aicha Messina planteó a la universidad pública como "un lugar donde la investigación trasciende necesariamente el interés privado. Si alguien quiere enfocarse en un interés de ese tipo hay fundaciones o institutos, pero para que la búsqueda del saber sea universal debe haber una forma estructural para trascender el interés privado, y eso se da incluso cuando en la ciencia buscamos algo como una vacuna". 
En esta línea, la directora del Instituto de Filosofía de la UDP expresó que las libertades de cátedra, pensamiento y expresión no quieren decir la posibilidad de poder hacer lo que cada uno quiera o enseñar lo que uno desee sin más, sino que se relaciona con el tipo de control que existe sobre el conocimiento que se va generando.
Sobre la noción de autonomía universitaria, la profesora Messina aseguró que actualmente "la universidad es menos autónoma que nunca, porque finalmente con ello se alude al autofinanciamiento de las facultades, un mecanismo que finalmente termina poniéndolas en una relación de dependencia". 
El profesor Servet Martínez, en tanto, enfocó su respuesta principalmente en la libertad de cátedra, asegurando que uno de los aspectos que le dan sustento es la alta exigencia en la carrera académica. En esta línea, afirmó que "las exigencias en la universidad, y la libertad de cátedra que existe en ella van de la mano". 
El también Premio Nacional de Ciencias Exactas remarcó, por otra parte, que desde su punto de vista el pensamiento que se da en la universidad no es equilibrado, sino que salta entre distintas ideas no necesariamente compatibles. "Ahí hay cierta radicalidad de la libertad y el pensamiento, y esto implica que la relación entre la universidad y la sociedad es muy compleja, porque esta última está llena de compromisos y equilibrios. La radicalidad no es la ley en la sociedad, como sí lo es en el pensamiento". Por ello, agregó, la libertad académica se encontraría en el corazón mismo de la institución universitaria, requiriendo su ejercicio pleno estímulo, reconocimiento académico, fondos y estructuras.
Posteriormente, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Faride Zerán, hizo hincapié en que las reflexiones planteadas en el conversatorio no surgirían de la nada, sino que desde la experiencia y el ejercicio y el quehacer universitarios y su cruce con los principios específicos que se defienden y desarrollan en el mismo.
En ese sentido, la profesora Zerán definió a la universidad pública como "el espacio de reflexión, de pensamiento crítico, de libertad de expresión, de disidencia, de debates, donde todas las verdades se tocan, pero donde las ciencias junto a las humandiades y el pensamiento, el arte y la investigación dura conviven en igualdad de condiciones", una institucionalidad que es capaz de incidir en el debate público, el fortalecimiento de la democracia y en el debate ciudadano.
Sin embargo, la académica alertó que esa definición estaría tensionada por el actual contexto neoliberal que ha permeado a las instituciones, que "abandona a las universidades públicas, que no tienen fines de lucro y se deben a la sociedad, obligándolas a privatizarse y a privatizar el conocimiento".
Finalmente el Rector de la U. de Concepción, Carlos Saavedra, expresó que la libertad de expresión abarca una perspectiva mucho más amplia que las actividades universitarias, "en el entendido de que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, intelectual y, por lo tanto, de expresarlo a través de la libertad de expresión, que incorpora las capacidades de buscar, difundir y recibir información e ideas de toda índole".
En cuanto a la libertad de cátedra en específico, la autoridad universitaria afirmó que puede ser entendida como una derivación lógica de las libertades de expresión y pensamiento, pero en el ámbito específico del quehacer universitario "relacionado con la posibilidad de indicar o dar a conocer los resultados de esta visión de la enseñanza asociada a la generación de conocimiento, a la promoción de ideas que surgen de la generación del conocimiento".
Puedes ver el conversatorio completo en el siguiente enlace:
Texto: Felipe Ramírez Prensa U. de ChileMartes 11 de enero de 2022