Entrevista a Bárbara Sepúlveda, directora de ABOFEM

En mayo de 2018, en medio del masivo movimiento feminista que se tomó las calles y universidades del país, un grupo de abogadas egresadas de la Casa de Bello notó la urgencia de crear una organización de juristas feministas que incorporara dicha perspectiva en su agenda. Para atender a esta necesidad, crearon la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (ABOFEM) dirigida por Bárbara Sepúlveda, abogada de la Universidad de Chile, que en esta entrevista revisa los vacíos legales que hoy existen y que dejan a las mujeres en situación de vulnerabilidad, y la necesidad de un enfoque feminista y de derechos humanos en el ejercicio del derecho.ABOFEM es una red que busca garantizar el acceso efectivo a la justicia y otorgar asesorías a casos que requieran una representación jurídica, con un enfoque feminista y de Derechos Humanos, ante casos de violación o vulneración de los derechos de las mujeres.
La organización se creó en mayo de 2018, el 23 de octubre firmó un convenio con Corporación Humanas para la creación de la Red de Defensoras, y hoy cuenta con más de 650 socias en todo Chile, particularmente en la Región de La Araucanía y en la ciudad de Concepción. A estos espacios se suman las sedes en conformación en Iquique, La Serena, Valparaíso, Chillán y Puerto Montt.
El trabajo de ABOFEM se divide en distintas áreas temáticas: Penal, Derechos Humanos, Derechos Sexuales y Reproductivos, Derecho Público, Investigación académica, Asesorías y Capacitaciones, despliegue y trabajo sobre el que se refiere Barbara Sepúlveda, su actual directora. 
"Hoy día ABOFEM cumple un rol, junto con otras organizaciones de mujeres dentro del derecho, como las fiscales, las magistradas, que es poner sobre la mesa todas las deficiencias que tiene el sistema jurídico, no solo judicial, entre éstas la generación de las leyes en materia de perspectiva de género y discriminación", explica la abogada de la U. de Chile.
Desde la asociación, detalló, "buscamos la transformación social, no solo con una perspectiva de género, sino con un activismo para lograr en este país la igualdad de género".
¿Cuan necesario es incluir la perspectiva de género en los procesos legislativos y su enseñanza, así como en su aplicación en las políticas públicas y en los procesos que llegan hasta los tribunales?
En el derecho hay muchos ejemplos de falencias y no solo en el área penal. Hay una agenda legislativa fuerte en materia de género, pero esa misma agenda también tiene sus límites y algunas deficiencias que a nosotras nos interesa poner de relieve, en particular respecto de las mujeres que están incorporadas a esas normas y quiénes no. Se entiende que están todas incorporadas, pero muchas veces se invisibiliza a otras mujeres que pertenecen a la población LGBTI+, las mujeres indígenas, las mujeres migrantes, las mujeres en situación de discapacidad. Por eso es muy importante que existan cambios dentro de la generación normativa.
Hoy tenemos como aliadas a la bancada feminista, parlamentarias que ya tienen esa conciencia adquirida y también el conocimiento a nivel técnico que se requiere para avanzar en estas normas. Trabajamos coordinadas con estas organizaciones en el sistema judicial y en el ámbito legislativo, en el ámbito académico también hemos desarrollado contenidos específicos sobre derecho y género, y ahí también las aliadas son las mujeres académicas. ABOFEM está inserto en una red feminista y nuestro rol es aportar con un conocimiento específico, que es privilegiado y, además, desde una posición que sabemos que los abogados tienen, que es de poder e influencia, y que nosotras ponemos al servicio de las necesidades de las mujeres que habitan Chile.
¿Cómo están representadas hoy en día las mujeres en el Poder Judicial? ¿Existen desigualdades y brechas de género en el ejercicio del Derecho?
El Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría, en general, el ejercicio de la profesión del Derecho es un espacio masculinizado, tanto en el ámbito público como en el privado. Intentar juzgar con perspectiva de género es un trabajo importante, quizás clave, si lo que se está buscando es sentar precedentes para poder avanzar en una sociedad que hoy no le está entregando una defensa suficiente las mujeres que son vulneradas en sus derechos.
Por otro lado, la lucha también se tiene que dar a diario enfrentándose a estereotipos y sesgos al interior del Poder Judicial, en casos como el de Francisca Díaz, que fue condenada por denuncia calumniosa y vimos cómo en su juicio existían, por ejemplo, voces de las instituciones, como Carabineros, o alegaciones que hacían los abogados respecto de la participación que tenía en Tinder o WhatsApp. Este tipo de cuestionamientos son pan de cada día en nuestro sistema judicial. La tarea es aquí gigantesca, se requiere una coordinación y unidad para incluir esta perspectiva de género y Derechos Humanos, como está tratando de aportar ABOFEM.
También, las deficiencias también están en la producción de conocimiento o en esta idea del mérito de “¿quiénes son los especialistas?”, o “¿quiénes son los expertos?”. Aquí particularmente sucede que los hombres abogados se reconocen entre sí como expertos y les cuesta mucho reconocer mujeres expertas, a pesar que existen y están mucho mejor calificadas en varios casos. Lo vimos con la comisión para el Anteproyecto del Código Penal, que estaba compuesta por puros hombres penalistas, siendo que en Chile hay mujeres penalistas de lujo, académicas renombradas, invitadas en todo el mundo a exponer. Creo que en el Derecho, y en la educación, es importante no solo hacer cursos de género, sino también incorporar en las mallas curriculares una perspectiva de no discriminación para formar profesionales íntegros.
Como organización han asumido la representación para las más de 320 denuncias por el caso de Nido.org. ¿Cuál es el marco jurídico para llevar este tipo de delitos?
Lo que nosotras interpusimos es una denuncia en el Ministerio Público por asociación ilícita por la conformación de esta red criminal organizada para delinquir y que se adjudicó además de primera mano la ejecución de varios delitos de secuestro, más allá si esos delitos realmente los cometieron ellos o simplemente se los adjudicaron. Después de eso, hemos recibido muchas denuncias específicas por delitos y situaciones que no son delitos, entonces ahí está el vacío, porque actualmente hay acciones que se perpetran través de redes sociales que no llegan a constituir el tipo penal.
Habría que explorar la forma, ver si es pertinente o no, que por ejemplo se cree el delito de ciberacoso. Hay varias conductas que están dentro del ciberacoso que sí son delitos, como las amenazas. Eso ya está tipificado y la complejidad de la investigación radica en que todo se hace detrás de una pantalla, entonces los peritajes tecnológicos son más complejos. No hay que pensar que solo porque me llegó un mensaje o porque alguien se metió a mis redes sociales y me escribió, están en la impunidad. Eso no es así, es importante desmitificarlo. Este es un trabajo que ya estamos terminando para entregar todos los antecedentes a la unidad específica de Fiscalía que está hoy día conociendo de esta investigación.
¿Cuán clave es que se actúe diligentemente en casos de violencia de género, por ejemplo, desde la primera denuncia en Carabineros?
Muchas víctimas van a las policías y denuncian situaciones, como por ejemplo acoso callejero, y aparte de operar un montón de estereotipos en la recepción de denuncias, a partir de preguntas como '¿qué hacía usted ahí, a esa ahora caminado sola por esa calle?', o '¿por qué estaba vestida de esa manera?', que van más allá del problema puntual de no tener tipificado un delito.
En primer lugar, falta educación a la ciudadanía respecto de cuáles son sus derechos, porque no le corresponde a una policía evaluar en ese momento qué es delito o no. Para eso está el organismo persecutor de delitos: el Ministerio Público. Esto es una muestra de cómo necesitamos capacitar a los agentes del Estado, que hoy día son receptores de denuncias. Hay unidades especializadas en las policías donde no te van a decir 'ándate para la casa porque esto no es un delito', porque está completamente fuera de sus atribuciones.
Lo que se espera es que el conocimiento de esas unidades especializadas lo tuviera, por lo menos en niveles básicos, el resto de las policías. En los delitos sexuales en particular operan muchos más estereotipos y sesgos en la recepción de la denuncia, que al final terminan causando una revictimización, porque les traslada a ellas la culpa. Todo el cuestionamiento que se hace a las mujeres cuando van a denunciar el hecho de haber sido agredidas sexualmente opera ahí y no opera en ningún otro delito.
¿Qué medidas debe tomar una persona si se ve afectado por situaciones como las que se han conocido con el caso de Nido.org? 
Nosotras llamamos a la denuncia formal: ir a las policías, que hoy están instruidas para recibir estas denuncias. Nosotras esperamos de verdad que nunca más se envíe a una persona con intención de denunciar de vuelta a su casa. Las policías nos han comentado que han aumentado exponencialmente la cantidad de denuncias que se reciben a nivel nacional, entonces, es importante, a pesar de los desaires, confiar en los canales formales porque es la única manera que tenemos para alertar a las autoridades sobre qué es lo que hay que hacer y si esto no se manifiesta formalmente no queda en ningún registro, en ningún índice.
¿Cuáles son sus proyecciones como organización para el 2019?
Para este año queremos fortalecer nuestras redes, trabajar con más organizaciones feministas y avanzar en materia legislativa, en conocimiento académico y en posicionamiento del discurso feminista dentro del Derecho en todos sus aspectos y áreas.
Esperamos que como movimiento avancemos a concretar muchas de las luchas que nos hemos planteado, en las que ya estamos todas de acuerdo. El año 2018 fue un momento para mostrar: mostrar fuerza, mostrar unidad, mostrar que tenemos una agenda que nos pertenece y no va a ser pauteada por nadie más y que, en esa agenda feminista, hay demandas específicas. Algunas sabemos que van en camino y otras no, este es el año para materializarlas.Texto: Daniela Sánchez Jueves 14 de marzo de 2019