"En Facebook se reproducen las desigualdades y las diferencias"

El investigador y profesor de comunicación internacional de la Universidad de París 8, fue uno de los participantes de la onceava versión de la Escuela Chile-Francia, que concluyó este miércoles 17 de mayo. En la jornada de clausura se refirió a los flujos comunicacionales de las grandes organizaciones de la información y el impacto de lo digital en sus dinámicas, temas que profundizó en esta entrevista con Prensa U Chile. Nacido en nuestro país en 1965, Tristán Mattelart, investigador de los problemas políticos, sociales, económicos y culturales de la internacionalización de los medios, fue parte de la reciente versión de la Escuela Chile - Francia, que este año convocó a académicos de ambos países en torno al tema de “La Constitución de lo Político”.
Mattelart junto al académico del Instituto de la Comunicación e Imagen, Carlos Ossandón, fueron parte de la quinta mesa del encuentro, titulada “La construcción de realidades políticas mediante las noticias en los medios digitales y la prensa escrita: mitos o realidades”, instancia en la que abordó la temática de las transformaciones en la circulación de las noticias en la era digital.
“Hay posibilidades de usar los instrumentos digitales como modo de hacer circular otro tipo de información”, afirmó Mattelart, pero advirtió que también hay limitaciones “porque el internet no es un espacio de total libertad. La web está organizada por relaciones de poder y los que tratan de usar los instrumentos digitales para hacer circular otras informaciones se confrontan a esas relaciones de poder”.
Ante la presencia de nuevos flujos comunicacionales –o “contra flujos”- a partir de nuevos actores, como Al Jazeera y TeleSur, ¿las grandes cadenas han tenido que integrar otros temas o se han quedado en su status quo?
Los estudios que se han hecho sobre ese tema muestran que es muy difícil evaluar el rol de contraflujo que tienen esos nuevos actores. No hay tantos estudios, pero sabemos, por ejemplo, que las informaciones de Al Jazeera son retomadas con mucha prudencia por los medios europeos o norteamericanos.
Es muy difícil de mesurar la efectividad de ese contraflujo. Se sabe que Al Jazeera en el espacio árabe es muy importante. Es la primera cadena panárabe de información, así que en esa región tiene mucha importancia. Afuera de esa región, como Al Jazeera English, no se sabe mucho de su capacidad de enfrentarse a otros actores de la información.
¿Qué alternativas se pueden abrir para tensionar la actual dinámica de los flujos comunicacionales?
Bueno, es difícil, porque ha habido tentativas de empujar iniciativas de nuevo orden, pero han sido un poco ambiguas. Por ejemplo, el gobierno chino pidió a principio del año 2010 que se negociara un nuevo orden de la comunicación para democratizar la información a nivel nacional, pero bueno, viendo como el gobierno chino trata la cuestión de la libertad de la información…. El problema es qué legitimidad tendría un proyecto propuesto con ese problema. Por eso, lo primero es estar consciente de los problemas, porque para luchar en contra de éstos hay que conocerlos bien, así que hay que estudiar bien las diferentes formas de dominación de la circulación de la información internacional.
Dentro de este escenario, actores relativamente nuevos como Twitter y Facebook operan como “pantallas de otras pantallas”, con la circulación de noticias. En la ponencia aludía a un estudio que decía que la visibilización de noticias en Facebook se reduciría, más que a una apertura, a casos de crisis y excentricidades. ¿Por qué?
Es porque son espacios más lúdicos y no usas Facebook para leer un artículo que te va a tomar una media hora.
Lo que hay que entender es que con esas redes hay dispositivos específicos que dan forma al tipo de información que vas a poder tener, que son informaciones cortas, que sorprenden, que pueden circular y compartirse. Allí, las informaciones internacionales a veces son más que las que puedes encontrar en los medios tradicionales, donde hay más espacios para el análisis: ese es el problema.
La cosa es también es que en Facebook se reproducen las desigualdades y las diferencias. Por ejemplo, un estudiante que está en postgrado de estudios internacionales va a usar Facebook como un modo de tener informaciones que no encontraría en los medios, pero eso es para un estudiante especializado, que va a buscar, que ya tiene conexiones. Pero, al contrario, alguien que no tiene esas conexiones y no tiene esa curiosidad no va a poder beneficiarse de Facebook de la misma manera.
Hay gente que en Facebook tiene una red de amigos de todo el mundo y gente que produce información, que hace circular informaciones; si no tienes esa red, te quedas con la publicidad, con la foto de la comida; así que Facebook reproduce las desigualdades que ya existen en la sociedad.
Otro de los temas que trabaja es la relación de la comunicación con las migraciones. ¿Cómo es que este aumento de los flujos, en todo sentido, -migratorios y comunicacionales- se mezclan con este proceso de lo digital?
Por un lado, los flujos digitales ofrecen a los migrantes varias oportunidades de quedarse en contacto con la familia que se ha quedado en el país de origen y con amigos, y pueden seguir leyendo noticias del país.
Pero hay otros vínculos entre media y migraciones. Esta la cuestión, no sé si se trabaja en Chile, pero en Europa hay muchos estudios sobre la representación que dan los medios nacionales a la gente que migra, al proceso de inmigración. Los estudios que fueron hechos en Francia y en Europa muestran que los migrantes son presentados como un peligro para la integridad de la identidad nacional, como una amenaza, y eso no sé cómo está acá. 
Texto: Francisca Palma Fotografías: Felipe Poga.Miércoles 17 de mayo de 2017